viernes, 31 de octubre de 2008

Zancada

De todos es sabido que esta es la época en la que tenemos que centrarnos en pulir errores. Cuando estás en época de competición, bastante tienes con machacarte y exprimirte como para pensar también en hacerlo bien, pero ahora es cuando, con la ayuda de los ritmos asequibles, tenemos que centrarnos en hacer las cosas bien, en pulir nuestra técnica y no sólo nadando, sino también corriendo y pedaleando (que a veces se nos olvida). Es tiempo pues de ejercicios casi malabrísticos en el agua que nos ayuden a aislar gestos para después integrarlos con el resto de movimientos, de pedalear a molinillo y hacer ejercicios con una pierna en el rodillo y de, cómo no, hartarnos a dar saltitos para mejorar nuestra eficiencia en la zancada.

En este caso me centraré en esto último. Todos sabéis que la carrera a pie es mi gran caballo de batalla, no porque se me de especialmente mal (o al menos no peor que la natación o la bici en términos generales), sino porque es donde peores sensaciones suelo tener entrenando, lo que más me cuesta. Lógicamente, desde que empecé, he mejorado bastante. Y, no solo eso, sino que opino que gran parte de la mejora se debe no tanto a que esté en mejor forma física (que también) como a que ahora corro mejor. Ya no voy tan sentada, levanto las rodillas, no me aplasto cada vez que pongo el pie en el suelo, me impulso mejor hacia delante y la zancada es más fluida. Eso es algo que cualquiera puede ver desde fuera.

Todo esto es cuestión de técnica. Se pueden oír muchas opiniones acerca de la utilidad de la técnica de carrera. Hay gente que opina que no sirve para nada, que si no hemos corrido desde pequeños, ya no correremos bien nunca, así que mejor enfocarnos en correr con más “fuerza” en lugar de tratar de hacer más eficiente la que ya aplicamos. Claro que entonces, en el agua, sería lo mismo, ¿no?. Lógicamente los que partimos con desventaja frente a corredores precoces nunca tendremos esa fluidez, pero eso no significa que no podamos hacerlo mejor que lo que lo hacemos. Y ese margen que aún nos separa de ”la perfección” ya lo tendremos que suplir con fuerza y garra. Igualito que en el agua.

Y como yo soy de esta última opinión, pues la técnica de carrera es algo que trabajo habitualmente y especialmente en esta época porque, para mí, correr más rápido pasa por correr mejor. Pero claro, esto no es tan sencillo. En la temporada pasada, especialmente en la última fase, he tenido la sensación de que podía correr más rápido pero mis piernas no me dejaban. “Qué listilla, eso nos pasa a todos, que si las piernas nos dejaran, iríamos como balas”, pensaréis. Es difícil de explicar. En Ferrol, por ejemplo, corriendo tenía la sensación de que las piernas se me iban, algo parecido a lo que se siente por ejemplo cuando haces algo con lastre y luego te lo quitas, o como cuando pedaleas atrancado y de repente quitas el plato y se te van las piernas solas. Quizá la solución hubiera sido ponerme a alargar la zancada, pero experimentar en competición no suele dar buen resultado y eso me hacía tener más sensación de “aplastamiento”, así que quedó descartado.

Como sabéis que no me gusta nada analizar las cosas ;-), al final lo que creo que me pasa es que no lanzo la pierna hacia delante. Sí que levanto las rodillas (dentro de lo que cabe), pero luego el pie cae a la misma altura que la rodilla (a veces pienso que incluso por detrás), perdiendo así centímetros de zancada que me costarían el mismo esfuerzo. Para esto hago el ejercicio de técnica comúnmente conocido como “paso de caballo con ataque” ;-), que imagino que ya todos os hacéis a la idea de cuál es. Pero parece que no es suficiente, porque el ejercicio me queda monísimo, pero luego no soy capaz de transferir el gesto a la carrera.

Así a priori se me ocurren dos ideas para mejorar esto:

- Estirar la parte posterior de la pierna (los isquios), que parece que la tengo bastante acortada. Esto fue idea de mi compi de equipo Jorge, un duatleta como la copa de un pino, y si a él que corre como una gacela le ha venido bien, cómo no me vendrá a mi… Es verdad que ese estiramiento me cuesta especialmente, así que la cosa puede venir por allí, al menos en parte…


- Otra idea más rocambolesca es el entrenar alguna vez en la cinta para que, al tenerme que fijarme menos en el impulso, pueda centrarme en ese aspecto técnico. Lo malo de esto es que odio la cinta… la odio. Creo que la media de utilización va en 1-2 veces por temporada, y solo porque ha sido estrictamente necesario. Pero si me fuera a venir bien, se podría hacer el esfuerzo, al menos en sesiones puntuales (y cortas, que si no me da algo).



¿Qué creéis?, ¿alguna idea?.

lunes, 27 de octubre de 2008

La vida sigue igual...

Muchos días sin escribir… ya casi hasta me da cargo de conciencia :-(. Ya sabéis que no es por gusto ni por vaguería, sino que el trabajo aprieta (por suerte, gracias al “desfogue triatlético”, no ahoga) y la sombra del PFC acecha tras las esquinas en cuanto tengo un minuto libre.


Por suerte, en el plano triatlético, todo sigue su curso. Las divertidas y variadas sesiones de entrenamiento se suceden día tras día, sin pausa, pero con la suficiente suavidad como para que los mofletes sigan su progresión de salir hacia el exterior en lugar de formar el dibujo característico de “cara pajarillo” que tenemos todos cuando andamos finos ;-). Vaaaaale, igual para esto contribuye el hecho de que la pseudodieta haya sido aparcada momentáneamente de mi vida hasta final de año, cuando la Navidad haya pasado y ya haya cubierto el cupo de caprichos permitidos por temporada (bueno, que caprichines nos damos durante todo el año, así que quizá sería mejor hablar de “festivales de caprichos” más bien).

Eso sí, para festival de caprichos el que nos dimos este domingo en Miraflores... El plan era ir a desayunar… el hecho de que fuéramos en bici sumando así 70 kilometrines a ritmo pretemporero fue solo un hecho circunstancial. Lo que realmente era importante era la degustación de piononos y bizcochito de limón mmmmmmmmmmmmmm.



Bonita manera de celebrar que probablemente será el último domingo de calorcito que disfrutaremos en bastante tiempo. La época de pedalear congelados con 4 capas de ropa encima está a punto de comenzar…

Por lo demás, todo en orden. Perdemos ligereza, nos ponemos tochetes, olemos a cloro constantemente y comenzamos a fantasear con el borrador de calendario de competiciones en la mano. Eso sí, de momento, las competiciones solo con la mente, que la recámara de balas de sufrimiento de este año está vacía ya por completo…

lunes, 13 de octubre de 2008

De agujetas y espejos


Cómo se estropean los cuerpos. Tres semanitas de descanso de ná y por pegar cuatro saltos el jueves me dan unas agujetas que no me han permitido bajar las escaleras con normalidad hasta ayer mismo. Los “cuatro saltos” en realidad fueron 5 circuitos similares al Oregón (pero más tranquilito) de 6 estaciones cada uno después de una pequeña sesión de pesas. Da igual. Eso es lo de menos. Qué dolor.


En realidad echaba de menos esa sensación de carga muscular constante a la que estamos acostumbrados los triatletas. Hoy son los brazos los que dan más guerra, después de tres cuartos de hora “guarreros” de piscina ayer por la tarde. Quién nos ha visto y quién nos ve.

Pero así son las pretemporadas. Toca tener agujetas, sacar un poco de panderete que nos haga entrenar con lastre para que, cuando nos lo quitemos, cueste mucho menos correr, y sufrir los entrenamientos de otro modo. Eso sí, siempre agradeciéndolo, porque aunque cueste eso de levantar pesas, quemen los cuádriceps al hacer sentadillas, odie cualquier tipo de ejercicio abdominal lo disfracen como lo disfracen y me aburran los largos entrenamientos a ritmito suave, mucho peor son los entrenamientos estivales echando los higadillos día tras día. Eso sí que duele.

Eso sí, entrenar cada día, cada semana, sin descanso, con constancia, es muy duro psicológicamente cuando la competición más cercana para probar la efectividad de esos entrenamientos no será hasta dentro de 6 meses por lo menos. Pero esto es lo duro de este deporte. Que la base la tienes que forjar en invierno, en el frío y duro invierno, que cuesta horrores pero que realmente es el secreto de cualquier buen resultado durante la primavera-verano. Así que fuerza y al toro.

No puedo despedirme sin hacer un homenaje a los Hawaianos, empezando por Eneko y Vir. Me imagino a todos los triatletas con los pelos de punta en ese momento en el que, después de ver por enésima vez el careto de los comentaristas (que oye, los comentarios están muy bien, ¿pero es necesario verles?, ¿no sería mejor ver imágenes de la carrera y oír de fondo los comentarios?), vimos a Eneko liderando la prueba. Uffff, ni me imagino lo que pudo sentir él en ese momento. Y Vir, que es una guerrera, a pesar de los problemas con su bici, en lugar de rendirse, salió a correr a tope y culminó una carrera buenísima.



Y, como no, tengo que felicitar a los dos Jaimes, Salvador y Luarca, que nos tuvieron en vilo hasta las tantas (y eso que por poco no les podemos seguir, que los de Telefónica habían decidido escacharrarnos la línea el día anterior y no arreglárnosla hasta el día siguiente, así que estuvimos paseándonos con el portátil por toda la casa para poder “usurpar” un poquito de wifi, hasta que el invento dejó de funcionar :-( ).

A Jaime MdL le hemos seguido todos gracias a su blog y todos sabemos cómo se lo ha currado, sus altos, sus bajos, lo disciplinado que ha sido (¡incluso con el descanso! ;-)), cómo ha entrenado,… casi lo hemos vivido como si un poquito de nosotros se fuera a Hawai :-).

A Jaime S. no le han seguido tantos, que es más tímido ;-), pero es una pasada cómo entrena. Poca gente conozco yo tan disciplinada, que va suave cuando tiene que ir suave y da caña cuando la tiene que dar, siempre todo con cabeza, pura racionalidad, siempre siguiendo la línea marcada. Creo que no me equivoco cuando digo que es un espejo en el que se mira toda la gente de su/mi club: alguien que con un trabajo normal (para más INRI, con jornada partida), con su casa, su pareja, con sus pocas horas de sueño (vaya ojeras le hemos visto a veces al pobre) es capaz de, currándoselo día a día y con muchísima ilusión, llegar donde está llegando.

Los dos Jaimes son un ejemplo claro de esas personas en las que piensas cuando tienes un día flojo o estás desganado o cansado o el entrenamiento se te está haciendo durísimo. Ellos te motivan a seguir. ¡Felicidades!!, E pili mau na pomaikai me oe!!!!

martes, 7 de octubre de 2008

Bip-Bip

"Bip-bip" es lo que transmitió durante 21 días el Sputnik 1, el primer objeto construído por el ser humano (en este caso, seres humanos rusos ;-)) que orbitaba alrededor de la Tierra (1957). Hacía otras cosas, como tomar alguna medida, pero todos recuerdan cómo se metió en las casas de todos los radioaficionados, como si de algo casi de ciencia-ficción se tratara, con su pitidito. Y, todo esto, sin que tuviera más objetivo que el decir: "eh, estoy aquí, dando vueltas sobre vuestras cabezas".


Pues eso es lo que quería deciros. Que estoy aquí, que no me he ido. Bip-bip. Pero aprovecho cada ratito para intentar avanzar con el PFC (de ahí mi arrebato satelital, que tanto tiempo leyendo y escribiendo sobre el temita...) y, además, una semana sin ir a la oficina causa estragos y llevo 2 días que no paro... y lo que me queda.

Pero, resumiendo: ahora que ya no tengo los mofletes metidos hacia dentro (o, lo que es lo mismo, la cara de pajarín de estar finilla ha desaparecido), los hombros están más redonditos y la tripilla algo más blandita, es hora de empezar la nueva temporada. Tras 3 semanas de descanso (de los cuales 11 días han sido de descanso total... pero total total total ;-), que lo necesitaba como agua de mayo), ayer di por comenzada la pretemporada. Y, como mandan los cánones, hoy tengo agujetas (en pectorales y piernas por el test de Fuerza Máxima del gimnasio y en los gemelos de correr una mísera media hora a 5'30"/km). Es lo que toca.

Sobre objetivos, pensamientos, actos de contrición y muritos a derribar ya os hablaré otro día con más tiempo...

P.D.: compis blogueros, siento no haber podido pasearme por vuestros hogares virtuales en tanto tiempo :-(. Espero ponerle el lacito al PFC pronto y volver a la rutina diaria y cinernética.