lunes, 31 de agosto de 2009

Cuestión de confianza

Entrando en las tres últimas semanas de la temporada, me planteo que todo el trabajo ya está hecho y que lo más importante estos últimos días no es tanto el entrenamiento en sí como la motivación. Lo que no esté hecho ya al nivel físico ya no se puede hacer… no hay tiempo para remiendos. Pero sí que es importantísimo el estado mental: el tener hambre de hacerlo bien, el tener confianza en lo que puedes hacer, el ir imaginando situaciones que se pueden dar en la carrera y planteándote cómo salir airoso de ellas. Siempre hay miedos, es lógico: un pinchazo u otro problema mecánico, un malestar, alguna sobrecarga muscular,… pero eso es parte del juego, así que no hay que centrarse en eso porque, aunque pasara, lo importante es saber que puedes hacerlo, porque eso es lo que recordarás siempre.

Y, de cara a esta preparación mental, son importantes tanto los entrenamientos clave como dar un último toque competitivo para coger esa chispilla final.

Respecto al primer punto, diría que últimamente ha habido unos cuantos entrenamientos clave en los que he acabado con buen sabor de boca.
  • En la piscina vuelvo a retomar las sensaciones que desde la Liga había dado por perdidas. No es que salgan tiempos estratosféricos, pero al menos tengo sensaciones de coger agua y de deslizar, que no es poco. A ver si la series cortitas (25-50-100) que estamos haciendo nos da ese último toque mágico para coger el grupo bueno y que no se me escapen en esos 100 primeros metros agónicos.
  • En la bici la cosa no ha quedado atrás. Tocan salidas de pocos kilómetros (50-80) pero cañeros en los que ha habido desde buenos arreones en los llanos con las piernas ardiendo a cargo de nuestro amigo barcelonés Dani (exciclista y triatleta LD, para más señas) hasta salidas con la grupeta como la de ayer (que nos les encontramos de casualidad) en la que su “venid con nosotros que vamos despacito” se convirtió en 77km a más de 33,5 km/h de media (en recorrido 3C-Cerceda-3C) que para qué os voy a contar lo que dolieron, pasando por los siempre exigentes entrenamientos a rueda de mi sparring que no me da ni un respiro ;-).
  • En carrera a pie también me encuentro bien, ligerita y, a veces, hasta rápida ;-), a pesar de que me noto siempre con las piernas cargadísimas (no recuerdo el año pasado haber tenido tanto dolor de piernas toooodo el tiempo, ufff). Supongo que los entrenamientos de cuestas cortas (100-150m) están haciendo su labor. Ahora solo falta tener controlado el dolorcillo de la pierna (seguro que Ángel acaba con él mañana mismo), que da un poco de miedo, pero yo creo que no es más que una pequeña sobrecarga en el tendón, así que teniendo cuidado y no pasándome con entrenamientos de carrera a pie en días consecutivos y no más de 1 sesión de calidad a la semana. Es verdad que también ha habido sesiones regularcillas, como los 6km supuestamente rápidos de ayer en transición en los que iba fundida por el calor y la carga de piernas, y a penas pude trotar a ritmo tortuguero.

Y, respecto al segundo punto, a ese toque competitivo para sentir esa tensión que hay que tener en las competiciones poco antes de la gran cita además de practicar transiciones, probar material y darte esa velocidad extra (o, al menos el concepto de que tienes que ser veloz, claro ;-)), viajamos el sábado a Gijón para correr allí el domingo el Cpto. de Asturias. La verdad es que habrá pasado un mes desde la última competición (Teruel) y ya venía necesitando un poco de marcha. La idea es intentar hacerlo lo mejor posible dentro de que lo metemos dentro de una semana de entrenamiento normal, sin descarga. Es más, voy a ser valiente y os diré que sueño con un podium, pero conozco al menos a tres asturianas que me lo pueden poner muuuuy complicado, así que ya veremos… huele a contrarreloj individual (y espero que así sea y a ninguna le de por meterse en grupos de chicos…), así que puede pasar cualquier cosa.

lunes, 24 de agosto de 2009

Bautismo de travesía


Este fin de semana ha sido, cuanto menos, “entretenidillo”. La verdad es que pensándolo a posteriori parece que ha cundido de lo lindo…

El viernes yo creo que se podría definir como “el infierno en la Tierra” sin ningún tipo de miedo a la exageración. El caso es que por la tarde teníamos compromiso fiestero para celebrar el “récord de la hora en Master-30” (o, hablando con
UCI-propiedad, el “mejor esfuerzo humano”) conseguido por nuestro amigo Rubén…

… así que la salida en bici solo podíamos hacerla justo después de comer (que servidora ya estaba currando), esto es, a las 15:45, con una turra que no os podéis hacer a la idea (yo creo que rondaríamos los 40ºC fácilmente). En fin, que fueron los peores 50km sobre una bici de nuestra existencia, entre el calor, el viento ardiente desértico y la sequedad del ambiente. Acabamos totalmente deshidratados, con la lengua como el cartón y, en mi caso, hasta con ampollas en los labios (menos mal que luego, poniéndome hielo y vaselina, se me quitaron al día siguiente, pero vaya susto me di al verme). Por suerte después, entre sidrinas, pizzas y risas, se nos olvidó rápido el mal rato.

Y, el sábado por la mañana, como ya os adelanté, cogimos el coche rumbo a Alocén para experimentar por primera vez lo que se siente en una travesía. Cuando llegamos allí, nos impresionó el precioso paisaje de la zona… ¡¡y solo a 1h30’ de casa!!.

Cogimos la bolsa del nadador y vimos que había de todo, desde chavales con una pinta de salmonetes impresionante, hasta los triatletas habituales de cualquier competición, así que eso hace que me relaje pensando que me libraré de ser el furgón de cola. El agua está buenísima (aunque fuera hace un calor de mil demonios) y, pillándonos de imprevisto, suena la bocina, a lo que mi cuerpo reacciona automáticamente saliendo fuertecillo con la idea de coger un buen grupo (Sergio dice que salí “a toda leche”, pero no le hagáis caso ;-)). Apenas hay golpetazos y noto que la gente, en vez de tender a hacer grupitos, van nadando solos sin más, bastante desperdigados. Aún así, yo voy buscando unos buenos pies, observando a mi alrededor. Veo un grupillo de unas 4 unidades, aprieto, y me uno. Voy muy tranquila y relajada, así que genial, porque nunca he nadado tantos metros seguidos y me daba un poco de respeto.

Terminando la primera vuelta, en la boya de referencia, veo que se disponen a dejarla a la derecha, cuando nos dijeron que había que dejar todas a la izquierda y, aunque es verdad que era de referencia, mi obcecación con la legalidad hace que me separe del grupo, pase la boya correctamente y vuelva a unirme al grupo después, con el calentón correspondiente pero oye, mi conciencia tranquila. Pero según reengancho, veo al chicos que va tirando que da dos brazadas a espalda, como para observar el percal, y seguidamente pega un arreón tremendo que dura unos 300m y que me lleva completamente con el gancho, pero parece que ha conseguido lo que quería: romper el grupo, así que solo quedamos él y yo y, un poco más adelante, vi que también llevábamos una chica en paralelo.

Sigo a pies, tranquila, superando los metros, hasta que a unos 200m se acelera un poco el ritmo, para terminar con un sprint de unos 50m con la chica que venía a nuestro ritmo que, al ponernos las dos de pie a la vez para cruzar la meta, no sé por qué, decido no luchar en esos 30m a pie y conformarme con el puesto que sea, que esa no es mi guerra, terminando la 3ª chica y 17º de la general con 40:50 (sobre 2500m (o más o menos :-)).



Después, una paellita en un entorno precioso y muy buen ambiente para recuperar :-). La verdad es que me gustó mucho la experiencia, aunque el dolor de brazos posterior era bestial, pero seguro que es un buen entrenamiento, así que para el año que viene ya estamos pensando en repetir y añadir alguna otra.



Por la tarde, para rematar, unos supuestos 5x2000 a pie (bueno, 4x2000 en realidad, que el último era suave) del que solo pude hacer uno y medio por el dichoso dolor de la pierna derecha al que espero poner fin pronto (aunque por suerte pude seguir trotando hasta completar unos 45’, porque solo me duele al apretar). Y, el domingo, ruta Bustarviejo+Cerro (87km) en muy buena compañía y aguantando mejor de lo que parecía que iba a aguantar al principio. Claro que, por la tarde, para lo más que dimos fue para dormir la siesta en la sombra de la piscina, que el agua ni tocarla salvo para refrescarnos…

viernes, 21 de agosto de 2009

El último mes de la temporada


Entramos ya en el último mes de la temporada, justo lo que queda para el Campeonato de España y, si bien ya sabemos que es el último empujoncillo, la verdad es que también tenemos bastante claro que va a ser duro. Y lo sabemos primero por la experiencia del año pasado y segundo porque ya ha empezado la racha de volver a hacer más series que la BBC.

De momento, en los últimos días, la cosa ha sido así:

El domingo, ascensión a Canencia desde 3C con las piernas aún tostaditas de nuestro periplo castellonense, que además, según llegamos a casa el miércoles por la noche, salimos a “soltar las piernas” con 2x10 cuestas de 150m (primeras a ritmo constantes y siguientes en progresión) que ayudaron a rematar la faena, y, los días siguientes, bastante piscinita y una sesión de series de carrera de 5x4’ (que iban a ser 7 pero peté, qué le vamos a hacer, pero es lo que teine correr a las 12 del mediodía con la que está cayendo), así que costó la cosa (tanto que estuvimos a puntito de abortar la misión y tirar para el Cerro en vez de Canencia, pero superamos las tentaciones… ;-).

El lunes, gimnasio (2 circuitos) y tocar agüita, pero solo eso, que tocaba descanso activo y yo necesitaba descanso psicológico además.

El martes llegó otra paliza. Bici con calentamiento y 4 series de 15km, impares a ritmo de competición y pares un 10% por debajo… un infierno en la tierra… seguir la rueda de Sergio casi me mata, uffff. Por la tarde, pisci con fuerza y técnica y masajito, que falta hacía.

El miércoles, cómo no, series, pero de carrera. 5x2000 al 85/90/80/95/85 rec/3’ en el Central Park tricantino (esto es, sobre tierra y con toboganes). ¡¡Qué dolor!!. Realmente no salieron mal (la 2ª a 4’/km pelaos y la 4ª algo por debajo, a unos 3:55/km (aunque tiene algo de truco, porque no es llano y las pares tendían un poquito hacia abajo, por lo que tengo que ir muy fuerte para coger pulsaciones, aunque terminen picando hacia arriba y, por ello, haciéndomelo pasar mal mal). Por desgracia la última se quedó en unos 1,6 km porque comenzó un dolorcillo que me está mosqueando últimamente en la cintilla, desde el vasto externo al tibial, en la pierna derecha, probablemente producido por el arte que tengo en la pisada:

Foto cortesía de Felipe Gutierrez (Teruel)


Y ayer, ¿adivináis qué?, sí sí, más series, esta vez en la piscina, y duras duras, con un bloque central de 8x100 rec/3’, lo que viene queriendo decir que son “a muerte”, que completamos ayer Sergio y yo solitos en piscina de 25m y turnándonos para tirar, con el resultado de que salieron a 1:20-1:21 que no está naaaaaaada mal. Y es que Sergio ha dado un saltito bien majo de calidad en la natación aún con las limitaciones de su dolor en el hombro que no le permite pasar de 3000m por sesión ni de 4 sesiones por semana, así que al menos ya no me tengo que cascar yo todos los entrenos tirando jeje (aunque tiene la desventaja de que ya no me puedo vengar de lo que me hace sufrir en la bici haciéndole sufrir un poco a él en la pisci, snifff).

Por suerte hoy hay un rodaje suavecillo con la bici y eso nos dará un respiro, aunque será por poco tiempo, porque mañana por la mañana nos vamos a Alocén a participar en la travesía (2500m) y por la tarde tocan otra vez 5x2000m de carrera otra vez, parecidas a las del miércoles, como previa a la salida en bici del domingo, que supuestamente ha de tener un par de puertos, aunque no sé yo, no sé yo…

domingo, 16 de agosto de 2009

De vuelta

Bueno, pues ya estamos de vuelta. Las vacaciones de veranito han terminado y volvemos a la rutina, que tampoco es mala cosa, pero ahora en plena depresión post-vacacional cuesta hacerse a la idea.

Y, como no podía ser de otra manera, porque al final las vacaciones son para aprovecharlas para hacer lo que más te gusta y en nuestro caso eso incluye el triatlón (entre otras cosas), no hemos parado. Y el plato fuerte ha sido nuestro particular training camp en Benicassim (Castellón), tierra que no conocíamos y que nos ha sorprendido muy gratamente, así que volveremos, que tenemos sede familiar allí.

Y es que lo bueno de las vacaciones es que hay tiempo para todo:

Para un poquito de playita


Y, cómo no, nadar y nadar en el mar, cada día un poquito, que hay que ver lo que cansa, pero con aguas tan limpias, con esa buena temperatura, sin medusas y con esas boyitas que tanto ayudaban la verdad es que daba gusto.

Para trotar por la vía verde, en terreno llano para variar, aunque sudando a chorros con esa humedad a la que no estamos acostumbrados.

Para hacer algo de turismo al modo tradicional por la zona.

En Peñíscola, donde fuimos a conocer el casco antiguo y el castillo.


Y, como no podría ser de otra forma, para recorrer las solitarias carreteras del interior encima de nuestras bicis:

En la mitad de la subida a Vistabella, cuando decidimos que ya era hora de volver, que allí los kilómetros se hacen eteeeeernos (en ese aspecto nos recordó a Asturias, aunque el paisaje nos recordaba mucho a Mallorca).

Ruta: Vilafamés - La Barona - Les Useres - Atzeneta - medio Vistabella y vuelta recortando un poco por Pelejaneta. 61km en un sube-y-baja constante que nos hizo llegar pajaritos

En Vilafamés, saliendo el 2º día en lo que pretendíamos que fuera una ruta llana para poder hacer un par de series. Y de llana nada... pero bueno, al menos pudimso sacar una media mayor a 25km/h, no como los otros 2 días...

Ruta: Vilafamés - San Joan de Moró - Vilafamés - La Barona - Les Useres (antes de la subida) - La Barona - Vilafamés. 50km.


Vistas desde Culla (a 1.088m)



Recargando los bidones en Font d'en Segures (Benassal)
, que creo que es agua medicinal, para curar el dolor de piernas después de 30km subiendo casi sin descanso...

Ruta: Atzeneta - Torre d'en Besora - Culla - Benassal y vuelta. 68km básicamente en un to p'arriba - to p'abajo que casi acaba conmigo (y encima, a 5km de llegar, a Sergio le da por jugar conmigo a las arrancadas... ufff)

Donde nos sorprendimos de lo montañosa que es la zona, que no lo esperábamos en absoluto… uffff, qué agotamiento… para arriba, para abajo, puertecitos de 2-4 km (bueno, eso cuando no eran 30km prácticamente subiendo sin parar) que hacían que 60km te dejaran como 100km por lo menos. Eso sí, precioso, con unas vistas espectaculares, unos pueblecillos chulísimos y un olor a bosque que te hacían olvidar el dolor de piernas por unos segundos.

Y, entre entreno y entreno, viaje relámpago a Teruel para correr un triatlón que ya nos gustó el año pasado y que nos apetecía repetir. Sobre cómo fue… pues bueno, regularcillo, aunque como íbamos sin ninguna pretensión, pues tampoco estuvo mal. En el agua (un agua azul turquesa impresionante, aunque algo fresquita), para variar, más sola que la una, con la anterior a 20” y la siguiente a lo mismo, así que bastante bien salió, que salgo la 11ª del agua.

T1 patética y a pedalear. Vienen nubes negras y hace un viento de tormenta horrible con el agravante de que, al ser el recorrido lineal, va pegando de cara prácticamente todo el circuito. Casi al final de la primera subidita, me agarra Chose, que va con Nuria Padrisa, así que toca tirar. Voy cagadita con el viento, que menea mis Stinger a base de bien, así que en las bajadas lo paso fatal y casi me voy al suelo un par de veces. Seguimos tirando, a relevos (por lo menos este año la puedo dar algún relevo a Chose, que el año pasado era casi incapaz y eso que este año está fortísima la tía!), y vamos cogiendo más y más gente hasta ser unas 7 chicas en el grupo. Pero cuando llega el giro de 180º, se paran mucho, me entra el globerismo, saco la cala por miedo a caerme y la lío, porque luego no consigo re-encalar, lo que unido al arreón que han pegado, hace que me descuelgue irremediablemente. Intento reenganchar, recogiendo a Fátima Maestre que también se ha descolgado, pero no hay manera, así que las dos solas hasta la T2. Toca correr.

Foto de Dani Luna

Empiezo con flato, que me dura toda la 1ª vuelta, pero luego poco a poco voy cogiendo ritmo y me encuentro bien. Es más, pienso que voy más rápido de lo que voy, porque como no tengo referencias, ni por delante, ni por detrás, y voy adelantando a gente todo el tiempo (chicos rezagadillos y chicas que van 1 vuelta por detrás), pienso que voy rápido cuando la realidad era lo contrario, pero bueno, mantengo puesto y al final llego , que no está mal.


Y eso es todo por el momento. Ahora seguimos currando rumbo a Cangas. Por el camino al final parece que no habrá parada en Cuenca, porque no ha corrido suficiente la lista de espera, ni en Aritzaleku, que me he quedado fuera de la selección madrileña (que vaya nivelazo hay por aquí), así que seguramente haremos una paradita en Gijón pero, por lo demás, a seguir el plan y aguantar estas 5 semanitas que quedan, que serán duras pero ya es el último empujoncillo...