lunes, 11 de junio de 2012

Triatlón de Zarautz

El pasado viernes, aún con el subidón de la Liga, viajábamos al bello Zarautz para algo totalmente diferente: el mítico Zarautzko Triatloia. Siempre lo habíamos tenido en mente, pero el tema del tráfico abierto nos echaba para atrás, pero este año, que supuestamente era como el pasado, con tráfico cerrado, nos apuntamos… aunque luego volvieron al circuito antiguo, pero ya que estábamos, mantuvimos la inscripción y allá que nos fuimos, con más miedo que vergüenza… eso sí, motivados a tope.



El viernes tocó reconocimiento del circuito con el coche (que al principio nos equivocamos de subida a Aia y nos metimos por un camino imposible, con 4 escalones seguidos que eran paredes… ¡se nos salía el corazón por la boca de pensar que sería por ahí! Y, claro, con eso, al ver luego el camino por donde se iba, no nos pareció “para tanto”… aaaaay, ilusos…), trotecillo, charla con amigos y conocidos, buena cena y a dormir (en el Hotela Olatu, en pleno centro, donde nos trataron de maravilla).



El sábado, antes de desayunar, rodaje unos minutillos en bici para activar, buen desayuno a las 10:15, a preparar trastos, autobús y a Getaria. Como sabéis, la salida es de la playa de Getaria a la de Zarautz, en una distancia de entre 2600-2900m (según el trazado) por mar abierto… y el mar estaba digamos que movidito. Dan la salida primero de las chicas, que éramos unas 40, y ya desde el principio perdemos de vista a Maider y, poco después a Saleta.


Así que ahí estamos, Patri talaverana, Estefanía Gómez y yo, en 3-4-5 posición, sin saber ni donde estábamos, ni donde ir, en un mar que te apalizaba y creo que las 3 con el mismo miedo. Eso sí, yo no me movía de ahí, que al menos, si acabábamos en Donosti, al menos iríamos las 3 juntas. De vez en cuando nos parábamos y tratábamos de localizar la boya, que no se veía, así que íbamos por intuición pura. Al menos yo lo pasé bastante mal, que encima había leído que había medusas y no paraba de notar roces por debajo del agua, así que para qué queremos más…



Al fin vemos las boyas blancas que ya están cerca de la playa y, cuando ya las pasamos, nos engulle una cacho olaca que salimos las 3 que no sabemos ni donde estamos (y la pobre Patri sin gafas ni gorro), y en ese momento, imagino que al llevar los músculos fríos (el agua estaba fresquita y yo apenas doy patada), del susto, se me sube el gemelo izquierdo… ¡¡¡aaaaaarggg!!!!, me paro, me pongo panza arriba y empiezo a masajearme, temiendo porque otra ola me vuelva a engullir. Al final se suelta y vuelvo a nadar y, ¡¡plas!!! Otra ola me come y me pasa lo mismo pero en el gemelo derecho, y esta vez es más fuerte y me baja hasta el pie. Ahí ya paso miedo de verdad y empiezo a buscar piraguas que puedan rescatarme sin éxito… menos mal que cerca había un surfero que creo que me vió y al menos estaba pendiente. Vuelvo a masajearme un buen rato hasta que se pasa y al final ya puedo salir de ese mar embravecido.




En las clasificaciones ya vi que había perdido 1’15” con Patri y Estefanía en T1 con la gracia de los calambres… pero ya no es solo eso, sino que creo que Patri hubiera sido una buena referencia en la bici y eso ya estaba perdido. En fin, cojo los trastos y a pedalear!.



La primera vuelta voy tranquila, inspeccionando. No es muy dura, aunque en la parte llana, acoplada, me duelen bastante las piernas, pero voy aguantando. En la segunda vuelta ya empiezo a no notarme nada cómoda… apenas me entran los geles, que los llevo en el bidón con agua, y casi ni bebo agua, la bici me hace ruidos raros y me da miedo bajar, me siento insegura. Me pasa una chica en bici y me digo, “venga, ahí tienes una referencia, a aguantar”, y así fue hasta que de repente se esfumó en un grupo de chicos… sí, sí, he dicho grupo. No pensaba yo que en tri así fuera a ver tanto drafting como vi, la verdad…



Llega la 3ª vuelta en bici, donde está el temido muro de Aia, así que decido ir tranquila hasta allí, que sigo sin notarme nada cómoda y, como no estoy comiendo apenas (al final de la bici apenas había tomado 1/3 del bidón que llevaba con 6 geles), voy flojeando cada vez más. Eso sí, el tramo que pasas por Zarautz es tan impresionante con los ánimos de tanta gente tan entregada, que durante esos metros el subidón de energía es bestial




Subimos Orio y ya llegamos al muro y sí, sí era para tanto. Y mira que voy con un 36 de plato y un 28 de piñón, pero voy clavada y tirando de lumbares y de todo lo que puedo, pero en algunos momentos pensaba que me iba a caer, porque no solo es la cacho pendiente que tiene, sino que el hormigón, que no asfalto, es tan rugoso que vas pegado. Desde mi punto de vista, es innecesario que metan una cosa así… ya bastante duro es el circuito en sí mismo sin necesidad de hacernos eso. Pero bueno, para gustos los colores y es verdad que hay gente a la que le parece casi lo más memorable de este triatlón, así que tampoco voy a ahondar en el tema.



Bajada, vuelta a subir a Orio (que esta ya dolía), bajada otra vez y a T2, que casi me apetecía soltar la bici y correr.




Pero cuando empiezo a correr ya veo que la cosa no será fácil… no empiezo demasiado mal, pero al rato comienzo a sentir una presión en el diafragma, no sé si por gases o qué, y empiezo con un asma que me pide que baje el ritmo a gritos (me había tomado el antihistamínico, pero el Ventolín lo dejé en el hotel porque no pensé que me fuera a hacer falta, que esto no es como un sprint), así que así voy, a ratos encontrándome mejor y pudiendo correr más o menos bien (aunque menos rápido de lo que pensaba), y a ratos encontrándome fatal y teniendo que bajar el ritmo.




El paso por centro de Zarautz es impresionante, indescriptible… hay que estar allí y vivirlo para saber lo que es. Casi se me saltaban las lágrimas cada vez que pasaba por allí y se me olvidaba lo floja que iba. Gente entregada 100% para cada uno de los más de 500 participantes durante las más de 7 horas que huo gente por allí compitiendo… espectacular. Gracias, gracias y mil gracias.



Las dos primeras vueltas iba “medio qué”, pero en la última, entre lo que ya me estaba pasando y lo poco que había comido, la flojera ya era muy grande, así que me empezó a pasar hasta el apuntador… de ir 7ª pasé a ir 11ª en un pispas, y así acabe, tras 5h25' luchando, no sin antes pasarme el último kilómetro devolviendo el aplauso a la gente de Zarautz que estaban ahí “dándolo todo”. Ni siquiera miré para atrás, que igual me podía haber pillado Marta Ferrer, que me iba pisando los talones ;-), pero no me hubiera importado, porque eso es lo que me salió del corazón hacer en ese momento... no pude ni quise evitarlo.



Ya en meta, tocaba felicitar a muchos valientes que habían hecho carrerones, también a los que habían sufrido un poco más por superarlo, agradecer a los pamplonicas su visita y sus ánimos, que tanta ilusión nos hizo, y dar un abrazo a Sergio, que se había marcado un carrerón de impresión, con una natación muy buena, una bici muy sólida y una carrera a pie bestial (1h18’, el 18º parcial… animalico), para acabar en 4h41’, metiéndome una minutada que casi ni en el IM ;-)).



Después, pedazo de cena recuperadora a base de carnaza y sidra, descansito y, el domingo, tocaba turistear, visitando varios pueblos costeros (Getaria, Zumaia, Mutriku, Ondarroa) para acabar comiendo en Durango con la suerte de encontrarnos allí a Guru y a Rober, así que estuvimos poniéndonos tibios a comer para celebrar la “txapela de bronce” de Gurutze ;-)).



Y ahora toca seguir trabajando en estas 10 semanas que quedan para la gran cita. Ya hemos hablado con el jefe y él está tranquilo, sabe dónde tenemos que ahondar un poquito y donde tenemos que mantener, así que a seguir siendo obediente y concienzuda para ir puliendo cosillas, que la base está ahí y solo queda darle formita.

 

 Fotos: Interesport Extreme (Jessica Rdguez Pinós) / 42195.es / JCantero / photodeporte

miércoles, 6 de junio de 2012

Liga de Clubes...¡a primera!!

El pasado sábado estuvimos por Canet d’En Berenguer participando en una de las citas más importantes del calendario triatlético: la Liga de Clubes. El ambiente de equipo que se vive lo hace muy muy especial… es de las pocas ocasiones en las que, aunque la carrera es individual, no corres por ti, sino por el equipo. Así que allí viajamos el viernes 10 ecosportianos y 10 ecosportianas a luchar por el ascenso a primera división. La cosa estaba muy complicada, pero este año yo creo que llevábamos el mejor equipo posible tanto en chicos como en chicas, así que las opciones estaban ahí y había que luchar por ello. El ambiente todo el fin de semana ha sido buenísimo y hemos disfrutado a tope de la experiencia.

Ya hablando de la competición…. Pues arrancábamos el sábado a las 17h, con bastante bochorno y unas nubes negras amenazantes. El mar estaba muy movido y, para colmo, la salida se daba desde la playa y el mar tardaba bastante en cubrir, así que la cosa era “ideal” para mí, que esas salidas de tanta explosividad ya imaginaréis lo bien que se me dan….


Dan la salida y hago lo que puedo, pero el hacer delfines me deja sin aliento y desde luego quedo bastante lejos de la cabeza de carrera, que es mi compi Sara que, como buena canaria, se maneja de lujo en estas lides. Con tanta ola no veo la boya y cuando me quiero dar cuenta estoy en Pernambuco allá por la derecha (a la mañana siguiente, con la marea baja y sin olas, entrenando, hicimos otra vez el circuito y, sin matarnos, nos salió en 1'30" menos... telita), así que encarrilamos, 1ª boya y, a partir de ahí, comienza la remontada hacia el grupillo, que las veo ahí no demasiado lejos, hasta que al tocar playa, prácticamente estoy ya integrada en el grupo… eso sí, salir de ahí, entre los revolcones que me pegan una ola que me rompe en la cabeza, los delfines otra vez para salir y el largo camino playero a la T1, se me va la cosa unos segundillos…



La T1 yo diría que no se dio demasiado mal, pero me contaron que el comentario que se oía era el de “cómo se nota que es de Larga” jeje, así que igual iba algo lenta… pero segura :-). Me subo a la bici (sin saltito, que no he practicado este año) y empieza una bici llana llanísima, así que siempre es más difícil remontar algo, pero el tema llaneo lo estamos entrenando bastante (aunque en series largas pensando en Kalmar, eso sí) así que me pongo a apretar y para arriba.


Voy pasando a algunas chicas y, en una de esas, veo que me pasa una chica del Reus con una del Fogar a rueda que van fuerte, así que allá que voy!. Parece que vuelvo a tener suerte y encuentro una compañera de viaje sobre las dos ruedas con buenas piernas con la que ir avanzando, así que genial!. Eso sí, darle relevos no era nada fácil… ¡vaya ritmo llevaba!!!, pero a mi siempre me gusta relevar y colaborar en lo que pueda, que al final las dos queríamos lo mismo: llegar al primer grupo, así que hay que hay que compartir esfuerzos, aunque tengo que reconocer que ella llevó la voz cantante (gracias a mi tocaya del Reus), pero no será porque no lo dí todo… en el último relevo, cuando ya enganchamos con el primer grupo, iba ya con un asma tremendo (que los días de tormenta me vienen fatal para mis bronquios) y le di un buen susto a la pobre Esther con los pitiditos…


Total, que enganchamos con el primer grupo y, de ahí hasta la T2, que faltaban unos 4km, ya se relajó un poquito la cosa. Llegando a T2 se oye lo de “aquí viene la cabeza de carrera”… ¡qué ilusión hace eso!. Transición (después de marcar el 3º parcial de bici) haciendo lo que se puede y a correr.






De la carrera a pie poco hay que contar… sensaciones en general buenas (salvo del km 1 al 2.5 más o menos que me tocó bajar el ritmo para bajar pulsaciones antes de que los bronquios se cerraran del todo), pero siempre teniendo en cuenta que estos ritmos no los estamos entrenando nada de nada, así que en modo “caballo trotón” tampoco se puede pedir más. Eso sí, iba de menos a más y fue una de las pocas veces que no llegué a meta la última del grupo ;-) (creo que nos bajamos 6 o 7 en T2) y crucé la meta en 4ª posición… contentísima :-).


Así, fueron llegando mis compañeras (podéis leer la crónica del equipo aquí ) y, cuando las 10 entraron en meta antes del tiempo de corte, ya sabíamos que subíamos a 1ª división y luego vimos que además quedando en 1ª posición… ¡¡enhorabuena, chicas!!!!.

Dedicado a Miguel
Después llegó el turno de los chicos, que cumplieron y se salieron, y después de unos minutos de emoción, al final dijeron que habían quedado el 3º equipo y, con eso, subían a 1ª división… la explosión de alegría fue tremenda… un momento muy muy especial.


Así que, el año que viene, no vamos a poder celebrar nada el sábado por la noche, que toca competir en domingo ;-).